¿A quién no le ha pasado que al terminar de almorzar piensa: “Ahora toca un dulcecito”? Creo que a todos nos sucede, pero si es que estamos siguiendo una dieta lo vemos como algo difícil de cumplir. Bueno, eso no es cierto, siempre será difícil estar a dieta pero la clave para que no la abandones (como le sucede a la mayoría) es que no te quedes con hambre y que te puedas dar un gustito.
Una muy buena alternativa para satisfacer ese deseo post almuerzo es la gelatina light, la puedes comer después de cada comida, e incluso a media mañana o a media tarde. Este postre calmará tus ansías por comer ese dulce en el que estás pensando, te refrescará en estos días en los que hace calor y, lo más importante, no aportará calorías a tu dieta.
La gelatina, aunque suene difícil de creer, tiene varias propiedades benéficas para nuestro organismo, a continuación les nombro los principales beneficios:
- Contiene colágeno, que es bueno para el cabello porque le da más brillo y fuerza, para las uñas porque las fortalece y para la piel porque te ayuda a tenerla más suave, firme y limpia.
- También tiene glicina, que ayuda principalmente a construir masa muscular y a convertir la glucosa en energía (y no en grasa!).
- Ayuda a las personas que padecen problemas digestivos como la gastritis, la acidez, los cólicos, entre otros.
Preparar una gelatina es súper fácil y no toma mucho tiempo, solo tienes que diluir el contenido en agua hirviendo y, una vez que este diluido, le agregas agua fría y lo metes a la refrigerado por cuatro horas. Las cantidades exactas de agua que deberás utilizar dependerán de la cantidad de gelatina que venga en el empaque que compren, no olviden de leer las instrucciones!.
gelatina
